Teñir y barnizar la tapa de madera de un mueble es una tarea sencilla con resultados decorativos espectaculares.
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En este proyecto de restauración, hemos sustituido la tapa melaminada (o de formica) por una de madera. La nueva tapa para este mueble de máquina de coser la hemos construido a partir de un tablero rechapado de pino.
Idea, productos y herramientas
Lo que pretendemos al teñir y barnizar la tapa es darle un aire vintage al mueble, más acorde con la máquina de coser que es bastante antigua. Por eso vamos a utilizar un tinte muy oscuro. Luego, lo vamos a envejecer con betún de Judea y, finalmente, le vamos a aplicar un barniz de interiores. El tinte y el betún de Judea que utilizamos son de Promade, el barniz de interiores es de Montó y todas las herramientas de pintura son de Pentrilo.
Si recuerdas, el resto del mueble también estaba revestido con formica. Pero, como no va a tener un uso tan exigente como la tapa donde se va a coser, y está en muy buen estado, lo hemos forrado con papel pintado.
Primeros pasos para teñir y barnizar un mueble
Como en todos los trabajos con tinte o barniz, las tareas de preparación previas mejoran siempre el resultado. Así es que no escatimes tu energía y dedícales el tiempo necesario.
Para empezar, y con el objetivo de eliminar las pequeñas asperezas y homogeneizar la superficie de madera, le damos un lijado por las dos caras. Nosotros hemos utilizado una lijadora orbital. Si no dispones de una, también lo puedes hacer a mano, con un taco de lija.
Como puedes ver en las fotos, esta lijadora orbital con la punta delta nos permite acceder con la misma intensidad a todos los rincones.
Enmasillar las imperfecciones
Al construir la tapa, hemos redondeado el canto frontal clavando una moldura de media caña. El objetivo era doble: suavizar el diseño del canto dándole un aire más antiguo y más artesano. Para que los clavos no se vean, hemos utilizado clavos de cabeza perdida. Ahora es el momento de rehundir las cabezas de esos clavos con un botador y un martillo.
Después, rellenamos estos agujeros con masilla especial para madera de color pino. Es decir, del mismo color de la madera natural que estamos empleando. También cubrimos con masilla el espacio que queda entre los bordes de las bisagras y los cajeados que hemos hecho en la madera para colocarlas. Así, cualquier imperfección quedará totalmente disimulada antes de teñir y barnizar la tapa.
Una vez seca la masilla, pasamos suavemente una lija para eliminar el exceso de pasta. Es importante que la dejes secar bien, de lo contrario, te puedes llevar con la lija más material del deseado.
Para barnizar tapa: trabajar sin polvo
A continuación, retiramos el polvo que hemos producido con los diferentes lijados con un trapo húmedo. Es importante que la superficie esté limpia antes de aplicar el tinte. Mientras estamos tiñendo o barnizando, también es necesario mantener limpios de polvo la mesa y el lugar donde estamos trabajando.
Aplicamos un tinte muy oscuro
Después de preparar la superficie, empezamos a aplicar el tinte. Lo hacemos con una brocha universal que, como tiene cerdas naturales, nos sirve para todo tipo de productos. Probamos el tono y, como es demasiado intenso, lo diluimos vertiendo un poco de agua en la gaveta. Removemos bien la mezcla con la propia brocha.
Como ves en las fotos, vamos aplicando el tinte con la brocha y, de inmediato, pasamos un trapo para ir retirando el exceso de tinte, para que no se sature el color más de la cuenta.
Aunque nosotros nos hemos despistado y no lo hemos hecho hasta ahora, te recomendamos que utilices guantes para esta operación. Luego cuesta mucho trabajo sacar el tinte de las manos.
Cuando una de las caras está seca al tacto, le damos la vuelta a la tapa y seguimos trabajando de la misma forma por la otra cara.
Una vez dado el tinte por las dos caras y seco, lijamos toda la superficie para retirar las marcas de concentración del tinte en algunas zonas. Es importante que respetes el tiempo de secado que te indique el fabricante antes de pasar la lija.
Después de lijar, retira el polvo de la lija con un trapo húmedo.
Envejecemos la tapa con betún de Judea
Ahora vamos a dar una mano de betún de Judea. Como ves, el betún se diluye con aguarrás. La capa de betún nos sirve para matizar la madera y envejecerla, en definitiva, nos proporciona una pátina que debilita el color, imitando el efecto del paso del tiempo sobre los objetos.
Si observas las fotos, lo aplicamos como el tinte. Lo damos con una brocha y lo vamos retirando con un trapo. Esta vez, ¡sí nos hemos puesto los guantes!
Nuestras recomendaciones para la aplicación
Para dar el betún, utilizamos una brocha universal que, como tiene cerdas naturales, nos sirve para cualquier tipo de producto.
Respetamos como siempre el tiempo de espera que nos marca el fabricante y lijamos toda la superficie para igualarla. A continuación, limpiamos el polvo de la lija con un trapo húmedo.
Si lo consideras oportuno, porque ves que la madera está absorbiendo los productos de manera desigual, éste es el momento de darle una capa de tapaporos a toda la tapa. Una vez seco el tapaporos, tienes que volver a lijar.
¿Qué conseguirás con ello? Que la superficie absorba de manera uniforme el barniz que vas a aplicar a continuación. Además, mejorarás la adherencia del barniz y gastarás menos producto.
Ahora ya ¡podemos barnizar la tapa!
A continuación, vamos a aplicar un barniz de interiores. A nosotros nos gusta especialmente éste de la línea Crea de Montó. El barniz sirve para cubrir dos objetivos: proteger y decorar y, en nuestro caso, ambos son importantes.
Aunque esta máquina de coser sea antigua, funciona perfectamente. Por tanto, después de teñir y barnizar la tapa de este mueble, se va a seguir utilizando para coser. Luego, necesitamos un barniz resistente al desgaste superficial pero que sea cálido y agradable al tacto.
Buscamos un barniz que la proteja de los arañazos, los golpes y de la humedad. Es decir, necesitamos que se mantenga como nueva, aunque la usemos mucho, y que, cuando alguien ponga un vaso mojado encima, accidentalmente, no se quede marcado el cerco hasta que lo podamos reparar.
Como hemos aplicado ya el color en el tinte, nosotros hemos elegido un acabado incoloro y satinado. Como puedes ver en las fotos, al untarlo es de color blanco pero, una vez seco, se hace transparente. Además es viscoso, con lo cual, no gotea y se maneja muy bien con la brocha.
Trucos y consejos para aplicar el barniz
Es importante que no cargues demasiado la brocha. Ve aplicando el barniz en una dirección y en otra para extenderlo bien y, la última pasada, siempre en la dirección de la veta. Aunque se puede aplicar con pistola o rodillo, nosotros hemos elegido aplicarlo con brocha. Para conseguir un buen resultado, hemos optado por una paletina de Pentrilo especialmente indicada para pinturas plásticas sobre superficies lisas que combina fibras sintéticas y cerdas naturales para mejorar el acabado.
Una vez que la superficie está seca al tacto, barnizamos la otra cara. Solo barnizamos las caras vistas de la tapa.
Una segunda mano de barniz y un pulido final
Y cuando todo el barniz está totalmente seco, respetando los tiempos que indica el fabricante, lijamos toda la tapa con un taco de lija.
Nosotros le hemos dado una segunda mano de barniz. Y cuando ha secado, en lugar de emplear lija, hemos utilizado una lana de acero fina para darle un pulido final. También puedes usar un estropajo verde. En esta operación de pulido te vendrá muy bien aplicar un limpiador de muebles con ceras. Nutrirá la superficie, le añadirá un poco de más de brillo y un tacto muy agradable. Te recomendamos que sigas utilizando este tipo de limpiador para el mantenimiento de los muebles que barnices.
Aquí tienes el resultado, esperamos que te guste y que este tutorial en el que te hemos descrito cómo teñir y barnizar la tapa de madera de un mueble, te resulte útil para emprender tus propios proyectos de restauración.
