En nuestro tutorial Como instalar un suelo laminado, te enseñamos paso a paso cómo se instala un suelo laminado, también llamado tarima flotante o suelo en clic. Si te estás iniciando en el bricolaje, esa guía te servirá para aprender porque tiene un planteamiento muy didáctico. Si no eres principiante, puedes aprovechar las explicaciones para repasar tu técnica y, seguramente, te descubriremos algunos trucos.
En este post vamos a ayudarte a localizar todos los productos de los que hablamos y a aclarar algunas dudas que hemos recibido en los comentarios del canal de YouTube.
Te pasamos los enlaces para que identifiques los productos o, si quieres, puedas comprarlos online (resaltados). Como siempre, nosotros te recomendamos solo aquellos productos sobre los que tenemos una experiencia favorable o que destacan por alguna razón (algunos enlaces nos generan a nosotros una pequeña comisión sin ningún tipo de recargo para ti).
Preparación del suelo
Antes de empezar a instalar el suelo, lo primero que tienes que hacer es retirar el rodapié de la habitación. A continuación, revisa que el suelo no tiene ondulaciones, ni hendiduras ni salientes. Para acabar, comprueba con la ayuda de una regla o de un nivel que no cabecea. Si esto no es así, tienes que aplicar una pasta niveladora sobre toda la habitación.
A continuación, el objetivo es recortar el cerco con una sierra por la parte inferior para conseguir que la tarima pase por debajo de las puertas.
Elegir el aislante
Para que la tarima no se mueva y, además, proporcionarle un buen aislamiento acústico y térmico colocamos un aislante.
Se debe elegir en función de las prestaciones que necesites (térmico, acústico, antihumedad…).
Replanteo de las lamas
El replanteo se hace normalmente en paralelo a las paredes más largas. En caso de habitaciones con un formato más cuadrado, siempre nos guiamos por la entrada de luz, para que las testas vaya siempre en el mismo sentido de la entrada.
Colocar las lamas
Vamos a empezar a instalar lamas, así es que ¡vamos con la primera fila! La vamos a pegar totalmente contra la pared para poder hacer click con la primera fila. Cogemos dos piezas, introducimos el macho sobre la hembra, y hacemos el click. Colocamos ahora las cuñas. Estas cuñas nos van a asegurar una junta de dilatación en todo el perímetro de la habitación.
Cuando la pared está descuadrada debemos trasladar este ángulo a la primera lama. Para ello, vamos a utilizar una falsa escuadra. La colocamos y ajustamos la pala. Y medimos desde la esquina hasta el encuentro con la tarima. Ahora ya nos podemos llevar el ángulo de la pared y la medida para marcarlo sobre la lama y cortarla.
Ya podemos ir montando todo el suelo laminado y haciendo los cortes necesarios con la caladora. En la mayoría de los modelos de suelos laminados, para hacer el click de los extremos tienes que presionar la unión de las lamas. Para golpear y hacer esa presión usamos Para eso utilizamos el tiralamas y el taco. También, si no estás usando laminados demasiado duros, puedes ir cortando las lamas con una guillotina para laminado.
Hemos llegado ya a nuestra última pieza así que vamos a resolver el encuentro con la calefacción. Vamos a tomar la medida del eje del tubo de la calefacción y la vamos a pasar a la lama que va a ir ahí colocada. Hacemos un taladro de unos 10 mm mayor que el diámetro del tubo que tenemos sobre la marca que hemos realizado. Así también vamos a dejar un espacio para la dilatación.
A continuación hacemos unos cortes en V para que, al unir la pieza con cola blanca, no se note en absoluto el corte que hemos hecho. Para cortarlo, usaremos un serrucho de costilla. Tiene una hoja muy fina, te va a dar un corte muy limpio y quita poco espesor de material.
Instalar el rodapié para el suelo laminado
Hemos elegido un tipo de rodapié que en la parte interior lleva un canal para fijar una grapa en la pared y que entre a presión. Por el hueco inferior puedes aprovechar y pasar alguna manguera, cable telefónico o un alargador.
Lo primero, por supuesto, retirar las cuñas que pusimos durante la instalación para mantener la junta de dilatación.
Para colocar las grapas hacemos un taladro, y las fijamos. Puedes usar tacos para hueco y macizo y tirafondos como el del enlace pero de 4mm. Respeta siempre las distancias entre grapas que nos indica el fabricante.
Cortamos las piezas del rodapié con la ingletadora. Como tenemos ángulos de 90 grados, tenemos que hacer cortes a 45.
Si el rodapié que vamos a utilizar no tiene grapas, simplemente aplicamos un adhesivo y lo llevamos a la pared. Mientras el adhesivo seca, coloca unos clavos muy finos, de cabeza perdida. Si no tienes un compresor, con un martillo y unos clavos, siempre de cabeza perdida. La terminación sin compresor es más difícil. Tendrás que rehundir la cabeza del clavo y darle una masilla, la misma que vamos a utilizar para cubrir los huecos, para que no se note la cabeza del clavo.
Por último, nos queda el enmasillado. Debes aplicar una ligera linea de sellador de madera, eligiendo un color adecuado al rodapié, en todo el borde de de éste. Eso sí, antes de que se seque, con la ayuda de una espátula o del dedo y un poquito de agua enjabonada, intenta igualar este sellador.
Nos preguntáis con frecuencia por la disposición que puede tener la colocación de las lamas. Si os fijáis, Leo zanja de forma práctica el tema en su instalación: paralelas a la orientación de la puerta. De ese modo te quitas complicaciones a la hora de llegar a ese punto.
¿Y si quiero hacer cambios de dirección en distintas estancias? Pues en ese caso recurriremos a los perfiles de transición.